Durante el siglo XVII, las iglesias de planta centralizada, que habían tenido una amplia difusión en la centuria anterior, debieron adaptarse a las directrices del Concilio de Trento, combinando su estructura con la potenciación del eje longitudinal. De este modo se exploraron nuevas soluciones de gran originalidad, entre las que destacan las propuestas de diferentes órdenes religiosas que tuvieron una amplia difusión por todo el territorio español. En el ámbito castellano-leonés, el uso de estos esquemas dio como resultado algunos notables exponentes, entre los que destacan las iglesias del colegio de San Albano de Valladolid y del convento de Domus Dei de La Aguilera (Burgos), que servirán de modelo a la de Santa Clara de Peñafiel (Vallad...