Dirección estratégica y diseño organizativo

La actividad emprendedora tiene un gran impacto económico y social, ya que genera oportunidades y promueve la reducción de las desigualdades, contribuyendo a alcanzar algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible recogidos en la Agenda 2030 como, por ejemplo, la reducción de la pobreza y de la desigualdad de oportunidades o el impulso al crecimiento económico. En este contexto la Universidad juega un papel muy relevante en la sociedad, siendo una parte esencial del sistema económico de cualquier territorio. En este sentido, la Universidad puede ser concebida como un agente de suma relevancia para facilitar la creación de una cultura basada en la innovación, mejorar la sociedad y el medioambiente en el que se localiza su actividad, así como incrementar el pensamiento creativo y trasformador en los individuos. Por tanto, dicha Institución puede actuar como catalizadora del crecimiento económico a través del emprendimiento sostenible, entendiéndose como aquella actividad emprendedora que contribuye al desarrollo sostenible. Esta actividad emprendedora trata de dar respuesta a las necesidades de desarrollo con dosis de innovación y aprovechando una oportunidad de negocio rentable (descartando la caridad o el altruismo). Desde el Sistema Universitario son cada día más importantes los esfuerzos realizados para promover un emprendimiento responsable y sostenible, tratando de desarrollar competencias y habilidades entre los estudiantes universitarios desde un enfoque transversal. En este sentido, como muchas otras, la Universidad de Alicante intenta desarrollar todo un catálogo de actividades (formación académica, programas de prácticas, programas impulso y acompañamiento, premios y reconocimientos…). Hay que tener en cuenta que las competencias describen la capacidad o disposición de actuar, aunque no permitan indicar si un individuo actuará de determinada manera en una situación específica necesariamente, debiendo entenderse como conjuntos complejos de conocimientos, habilidades y actitudes que son fruto de múltiples factores. Además, en el caso del emprendimiento sostenible, es necesario desarrollar competencias de diversa naturaleza (Ploum et al., 2018), como son: competencia de aceptación de la diversidad, competencia de anticipación, competencia de pensamiento sistémico, competencia normativa, competencia interpersonal y competencia de gestión estratégica (Lans et al., 2014). Ello obliga a plantear de qué modo y en qué sentido es posible influir en estas competencias. Por otro lado, a pesar del aumento en los últimos años en el número de mujeres emprendedoras, todavía existen evidencias de la mayor orientación e intención emprendedora de los hombres y de su mayor propensión a la creación de empresas. Partiendo de estas ideas, nuestro objetivo ha sido indagar acerca de la contribución de la formación universitaria en el desarrollo de competencias para el emprendimiento sostenible, determinando si existen diferencias por género para poder trabajarlas más específicamente. Para desarrollar este estudio se ha realizado, en primer lugar, una revisión de literatura sobre los tópicos emprendimiento-género-Universidad, la cual ha servido de base para elaborar, en segundo lugar, una encuesta a una muestra de alumnos de la Universidad de Alicante que nos ha permitido determinar que la formación universitaria que han recibido contribuye a desarrollar competencias que promueven el espíritu emprendedor y la sensibilidad por la sostenibilidad, no existiendo diferencias por género