La Guayaba y otras Myrtáceas en Venezuela

La guayaba es un frutal americano precolombino, cuya área de origen es incierta; aunque es probable, que ella se extienda por las tierras bajas de América del Sur, América Central y el Caribe insular, como lo atestiguaron los exploradores y cronistas de los siglos XV y XVI; pero, debido a su larga asociación con los habitantes de esas regiones, es imposible establecer con certeza, su área original de presencia y distribución; sin embargo, es probable que su cultivo haya tenido inicio en varias partes de las regiones mencionadas casi simultáneamente. La guayaba es cultivada comercialmente a través de todos los trópicos y subtrópicos del mundo, gracias a ser un cultivo rústico, que se adapta a condiciones amplias de clima y suelos; por ser muy prolífica, con frutos muy aromáticos; una fuente muy buena de vitamina C, la que se mantiene en los productos que se elaboran con ella; un contenido regular de vitamina A, calcio, fósforo, riboflavina, tiamina y niacina, y, se ha señalado, que tiene potencial como fuente de pectina, y aceite de sus semillas, y por todo ello, es consumida y utilizada de maneras diferentes, in natura, procesada, por la medicina casera, como tanante, y por la producción de madera. Así mismo, dentro de la familia Myrtaceae se encuentra un grupo de frutales, que tienen una importancia económica menor, pero que se plantan mayormente por patios y jardines, y que contribuyen a aumentar los sabores y aromas, tanto por su consumo fresco, como por la elaboración de jaleas, mermeladas, helados, concentrados, refrescos, vinos, etc.; cultivos, a los cuales se le presta muy poca atención, pero con gran futuro para los mercados fresco, étnicos, industrial y del turismo. El desarrollo de estos cultivos poco conocidos es frecuentemente limitado por la falta de información, ya que han recibido poca atención, desde el punto de vista de la investigación hortícola; además, debido al número grande de especies frutales dentro de esta familia y, sus orígenes y procedencias diversos, sus historias y conocimientos hortícolas fueron muy difíciles de recopilar, y por ello, nada más se hizo para el cultivo principal, la guayaba. En el país, al igual que para otros frutales, la producción de guayaba y otros frutos de las Myrtaceae es deficitaria, de manera que, habría que ampliar su frontera agrícola, y mejorar al máximo las prácticas agronómicas (siembra, propagación asexual, control de competidores bióticos, fertilización, riego, etc.), ya que, frecuentemente, estas son deficientes, y en consecuencia los rendimientos son bajos; por ello, la presente publicación tiene por objeto brindar la mayorinformación posible a técnicos, estudiantes, agricultores, y viveristas, para que con ella, se faciliten y optimicen los conocimientos y prácticas agronómicas, elmejoramiento genético, y en general, aumentar su producción y su productividad. En el intervalo de esta publicación, nuestro amigo, colega y coautor, Dr. Luis Avilán falleció, una pérdida lamentable para la fruticultura del país.Así mismo, nuestro agradecimiento a la Lic. Ingrid Coralia Parra, por su dedicación a la transcripción de este trabajo, y a los Proferores Juán Fernando Marrero y Rafael Isidro Quevedo por su publicación a través del convenio entre la Facultad de Agronomía UCV., y la Academia Nacional de la Ingeniería y el Habitat, y a la Sra. Jemmely López, editora de la Revista de la misma Facultad.Freddy LealLuis Avilán (ⴕ)Miguel Añez +Maracay, 202