The revaluation of the body and relationality as paths to and from God, is good news in the face of fragility and vulnerability present by the Covid 19 pandemic

Dentro de la sociedad en que vivimos, los seres humanos hemos experimentado diversas situaciones críticas. La enfermedad del Covid-19 no es la primera que generó una pandemia que afecta a toda la humanidad. El antecedente de enfermedades nos acompaña por toda nuestra historia. Sin embargo, actualmente nos encontramos aprendiendo a convivir con este virus que, en estos casi dos años, nos viene mostrando lo frágiles que son nuestras estructuras sociales y personales. Esta situación de fragilidad se nos muestra como escenario en el cual vislumbramos lo que parecía superado, ignorado y despreciado aun están vigentes y merece ser revalorados. Casos específicos como tomar conciencia de que el ser humano es frágil y que nuestras relaciones interpersonales son esenciales toman vigor en este contexto. Son diversos los efectos causados por la enfermedad del Covid-19 en el ser humano y en la sociedad. Diversas también son las acepciones que se tienen del origen de la enfermedad. Lo concreto y práctico que se aprecia es que es una enfermedad que se disemina rápidamente y llega a ser significativamente mortal. Empero, ella no solo enferma al cuerpo, altera los modos en que el ser humano vive y se relaciona. Por otra parte, al igual que las demás enfermedades afecta al ser humano integralmente. Es decir, nos aqueja en sentimientos, creencias, capacidades racionales, relaciones sociales y nuestra corporalidad. En este sentido, la pandemia propicia un estudio multidisciplinar en que las ciencias humanas, entre ellas de la antropología teológica, tienen algo que aportar.Within the society in which we live, human beings have experienced various critical situations. The Covid-19 disease is not the first to generate a pandemic that affects all of humanity. The history of diseases accompanies us throughout our history. However, we are currently learning to live with this virus that, in these almost two years, has been showing us how fragile our social and personal structures are. This situation of fragility is shown to us as a scenario in which we glimpse what seemed outdated, ignored and despised are still in force and deserve to be revalued. Specific cases such as becoming aware that the human being is fragile and that our interpersonal relationships are essential take force in this context. The effects caused by the Covid-19 disease in the human being and in society are diverse. There are also different meanings of the origin of the disease. The concrete and practical thing that can be seen is that it is a disease that spreads rapidly and can be significantly fatal. However, it not only makes the body sick, it alters the ways in which the human being lives and relates. On the other hand, like other diseases, it affects the human being integrally. That is, it afflicts us in feelings, beliefs, rational capacities, social relations and our corporality. In this sense, the pandemic fosters a multidisciplinary study in which the human sciences, including theological anthropology, have something to contribute.Teólogo (a)Pregrad