La promulgación de un nuevo Código Penal ha supuesto, para el enfermo mental que comete un delito y es considerado inimputable, una mayor garantía de que se le someta a un juicio justo y ha mejorado las condiciones de cumplimiento de la llamada medida de seguridad, (alternativa a la pena). La novedad peor aceptada por ciertos sectores de la judicatura o psiquiatría es la limitación temporal de dicha medida de seguridad, por seguir considerando al enfermo mental como una persona peligrosa , a pesar de estar demostrado que no generan más delincuencia que la población general, ni justifica la alarma de algunos responsables ni la creación de Unidades especiales de «alta seguridad». De todos modos, el Código sigue discriminando al enfermo mental...