La conquista castellana del reino de Granada abrió un proceso de repoblación que retomaba los procedimientos establecidos siglos atrás. Por las capitulaciones firmadas con la población musulmana en las comarcas orientales del reino, los grupos cristianos que llegaron a los escasos núcleos elegidos por la Corona para controlar el territorio conformaron una minoría vencedora, que procedía de las zonas más cercanas a la antigua frontera, en este caso la Tierra de Vera como destino y las demarcaciones murcianas como origen de esas familias. La primera fase repobladora, inmediatamente posterior a 1488, se completó con el desalojo de la población morisca en 1570 como consecuencia de la sublevación de 1568. Una de las consecuencias más evidentes d...