Este trabajo parte de la hipótesis de que la crisis de la democracia liberal y el auge actual de las ultraderechas neoliberales, con sus concepciones jerárquicas, machistas, xenófobas y racistas, no son solo “efectos” accidentales de los procesos de neoliberalización, sino que también encuentran antecedentes ideológicos en el colectivo de pensamiento neoliberal. Desde dicha óptica, la democracia es vista como el fruto de la era de masas, el botín de los grupos de presión, el precursor del igualitarismo, la antesala del totalitarismo, o el vector de la decadencia y del colectivismo De allí la necesidad de dispositivos institucionales que contengan los efectos perniciosos del dogma de la soberanía popular y, en particular, de un Estado fuerte...