El inmovilismo político se sustenta en la voluntad del dictador y del grupo que detenta el poder político para continuar ejerciéndolo de manera exclusiva, al margen de la voluntad de los ciudadanos sobre los que se ha impuesto, entendiendo en todo caso que cualquier concesión que se otorgue es una merma de su propio poder oligárquico. Idea a la que se ajustaba perfectamente el régimen franquista. Existe, además, una indudable incapacidad histórica e institucional para que un régimen de dictadura derive naturalmente hacia un régimen democrático. La sociedad española, en cambio, mantuvo una estructura y una dinámica afines a las de los países europeos de su entorno y su alejamiento respecto a éstos se debió sólo al inferior nivel económico y ...