Protección de la salud mental de los trabajadores de la salud en la pandemia de SARS-COV2

Healthcare workers in the SARS-COV2 pandemic have faced unprecedented stressors. International studies of the impact on Mental Health of epidemics and other disasters, place health workers as a risk group for the development of psychiatric symptoms. Recent research in countries that experienced the magnitude of the COVID-19 crisis before Latin America, show high levels of anguish, anxiety and depressive symptoms in health personnel, among others. There would be multiple risk factors, such as the fear of becoming ill or infecting others, poor working conditions and shortcomings in infection control strategies; in turn, greater experience, access to personal protective equipment, correct infection control procedures, and availability of psychological interventions would be protective factors. In Chile and in the rest of the world, measures have been taken for the mental well-being of the teams, however the evidence reveals that the most effective strategies are those that involve organizational changes and practical adaptations within the institutions. The role of team leaders and public policies that protect health workers are highlighted. There is, however, a dearth of models for providing evidence-based continuing psychological care. It cannot be postponed that society, and especially the authorities, become aware that protecting the mental health of health teams during and after the pandemic is a priority to correct the health and social crisis.Los equipos de salud en el contexto de la pandemia SARS-COV2, han enfrentado estresores sin precedentes. Estudios internacionales del impacto en la Salud Mental de las epidemias y otros desastres, sitúan a los trabajadores sanitarios como grupo de riesgo para el desarrollo de síntomas psiquiátricos. Investigaciones recientes en países que vivieron la magnitud de la crisis del covid-19 antes que latinoamérica, muestran en el personal de salud altos niveles de angustia, síntomas ansiosos y depresivos, entre otros. Habría múltiples factores de riesgo, como el miedo a enfermar o a contagiar a otros, condiciones laborales deficientes y falencias en las estrategias de control de infecciones; a su vez, la mayor experiencia, el acceso a equipos de protección pesonal, procedimientos correctos de control de infecciones y disponibilidad de intervenciones psicológicas serían factores protectores. En Chile y el mundo se han tomado medidas para el bienestar psíquico de los equipos, sin embargo la evidencia devela que las estrategias más efectivas son aquellas que implican cambios organizacionales y adaptaciones prácticas en las instituciones. Se destaca el rol de los líderes de equipo y de las políticas públicas que protegen a los trabajadores de la salud. Hay sin embargo, una escasez de modelos para proporcionar una atención psicológica continua basada en la evidencia. Resulta inaplazable que la sociedad y en especial las autoridades, tomen conciencia de que la protección de la salud mental de los equipos sanitarios durante la pandemia y después de esta, es prioritaria para subsanar la crisis sanitaria y social