El sistema político de la Restauración fue diseñado por Cánovas a la medida de un sistema oligárquico que, con el objetivo de erradicar el exclusivismo de partido practicado en la época isabeiina, se basaba en una alternancia entre dos grandes partidos dinásticos —conservadores y liberales— que marginaba de hecho a la oposición y fuerzas hostiles a! régimen. La Constitución de 1876 y demás leyes que vertebran el modelo teórico en que se asienta el sistema restauracionista sancionaron un régimen liberal oligárquico que, sustentado por dos engranajes básicos: el caciquismo y las «elecciones organizadas», afirmaba el turno dinástico, impidiendo o limitando la participación política de las oposiciones