El conocimiento, como recurso económico, posee ciertas características distintivas: su apropiación es difícil o imposible y tiende, permanentemente, a desbordar los marcos institucionales de los intercambios mercantiles. Esto supone un problema para la teoría económica estándar que, por un lado, reconoce que el conocimiento es un aspecto decisivo de la producción de riquezas y, por otro, parte de la centralidad de los mecanismos de coordinación de mercado. En consecuencia, el conocimiento ha sido, para la economía estándar sobre todo, un problema de tipo institucional, cuya resolución depende de las teorías de las instituciones que ha desarrollado. Frente a ello, este artículo se propone construir un itinerario de dichas teorías pr...