Como hemos visto en el capítulo 1 de este libro, es muy habitual que se presenten los grandes lineamientos de la filosofía moderna en el marco del paradigma epistemológico y apelando a la distinción de dos corrientes filosóficas fundamentales, el empirismo y el racionalismo. Allí señalábamos que se trata de categorías analíticas construidas para interpretar y caracterizar retrospectivamente a ciertos filósofos de la modernidad europea. Pero no fueron términos ni conceptos utilizados por los actores mismos. John Locke, George Berkeley y David Hume no se llamaban a sí mismos empiristas, ni René Descartes, Baruch Spinoza y Gottfried W. Leibniz se autodenominaban racionalistas. En este capítulo, profundizaremos algunos puntos esbozados en el c...