Tiempo y derecho

Es de significativa vigencia en nuestra época la convicción sólidamente cimentada en hechos e ideas, que un sistema científico, una explicación de un grado de saber, referida a la realidad, constituye un momento de la ciencia humana y no tiene validez, “sub especie aeterni”. Aristóteles cuando erige el inconmovible monumento de la lógica clásica sobre el silogismo, tiene plena conciencia de su limitación porque para él, es instrumento de investigación y de invención —organum—, para la exposición y crítica de la ciencia de su época. Resulta paradójico que habiendo cambiado tanto y tan notablemente la ciencia en el siglo X IX , aún siguiera apegada a la antigua lógica, base del solidario y mutuo apoyo, que entre sí, exhiben las diversas ciencias logradas. Es en nuestro siglo, resueltamente, cuando incontenibles exigencias de la realidad y el saber, rompen la estructura sintética así lograda, ante la legítima reclamación de atenerse a lo concreto volviendo a sus manifestaciones originarias. [Extracto a modo de resumen]Material digitalizado en SEDICI gracias a la colaboración de la Biblioteca de la Facultad de Ingeniería (UNLP).Universidad Nacional de La Plat