La negociación colectiva como fuente de ordenación de las condiciones laborales: ¿se encuentra su estructura obsoleta para atender los problemas del nuevo modelo de relaciones laborales?

El derecho a la negociación colectiva previsto en el artículo 37.1 CE ha sido objeto de numerosos comentarios por parte de la doctrina iuslaboralista y más aún el resultado clásico de su ejercicio: el convenio colectivo estatutario. Sin embargo, el paso del tiempo y los importantes estudios realizados no han impedido su permanente actualidad y tampoco han evitado los múltiples problemas que las conexiones entre las distintas fuentes ordenadoras de la relación individual de trabajo plantean al intérprete. Siendo tan variadas las alternativas para el análisis como poliédrica la realidad a exponer, quizás la opción más segura consista en transitar por el camino de un tema sumamente complejo y nada pacífico en algunas de sus facetas, cual es la relación ley-autonomía colectiva-contrato de trabajo. Cuál de ellas mantenga una posición predominante depende en numerosas ocasiones de factores vinculados con opciones de política legislativa, habida cuenta de que los intereses en juego llevan en tiempos de fomento del diálogo social a que el hacedor de la norma se muestre más flexible y ofrezca un mayor ámbito de actuación a la negociación paccionada, mientras que en otras ocasiones decide ejercer sus prerrogativas disminuyendo el margen de maniobra de sujetos colectivos, empresarios y trabajadores