Garantías del empleo, empresas en reestructuración y «reformas paralelas»: impacto laboral de la Ley 3/2009, de 3 de abril, y del Real Decreto-Ley 3/2009, de 27 de marzo

Sea cual sea la causa de las crisis económicas siempre se dirigen las miradas hacia la «reforma laboral», que hace de los trabajadores la «cenicienta» del cuento, pues les toca hacer el «trabajo sucio» y ser los «paganos» de las salidas. Sin embargo, pocos o nadie mira hacia el otro lado, hacia el «Capital», para proponer «reformas mercantiles» que ayuden tanto a prevenir las crisis como a ofrecer mejores salidas cuando llegan. Y, sin embargo, tanto o más importancia que la «reforma laboral» tiene la «reforma mercantil» en relación con las «empresas en reestructuración», especialmente la «reforma societaria» y la «reforma concursal». En este contexto, se han realizado dos reformas mercantiles de cierto calado que pueden llegar a tener un significativo impacto, tanto directo como, sobre todo, derivado o reflejo, en la situación del empleo y de los derechos de los trabajadores. Me refiero a la Ley 3/2009, que pretende revisar el régimen de las «modificaciones» o «reestructuraciones» jurídico-societarias, de una parte, y al Real Decreto-Ley 3/2009 que, en lo que aquí interesa, ha introducido una reforma urgente y parcial, también algo inarmónica, del «concurso de acreedores», a fin de que esta institución no sirva solo para certificar la defunción de la empresa, sino más bien para su continuidad, aun en el marco de un proceso de reestructuración, de otra. La primera afecta de modo notable tanto a los derechos de participación, en especial los informativos, de los trabajadores como al régimen de la transmisión empresarial. La segunda a las garantías de continuidad del empleo y de protección de los derechos laborales. Este estudio realiza un pormenorizado análisis, expositivo y crítico, de todos y cada uno de los aspectos de estas reformas mercantiles con incidencia o vertiente sociolaboral