De la temporalidad masiva a la contratación flexi-segura: Reflexiones sobre un cambio de modelo

The current model of hiring is vitiated by misuse of fixed-term contracts. Away from the purposes attributed to them by law, they have worked as business adjustment mechanisms against fluctuations in demand, spreading precariousness and labour instability among a large cohort of workers and causing serious damage in productivity, employment and the Social Security system. It is therefore necessary to end the excesses of temporary recruitment and recover the hegemony of the open-ended contract. But a strong change in the nuclear institution of Labour Law and entrenched labour market uses will alter the internal balance of the industrial relations system, forcing to redefine the relationship between recruitment, internal flexibility and external flexibility. Despite its ambiguities, flexicurity is presented as the only possible alternative –more than reliable– to lead Labour Law in this process of change.Este trabajo ha obtenido un Accésit en el Premio Estudios Financieros 2016 en la modalidad de Trabajo y Seguridad Social. El actual modelo de contratación laboral está viciado por el uso abusivo y desviado de los contratos temporales. Lejos de los fines que la ley les atribuye, estos han funcionado como mecanismos empresariales de ajuste frente a las oscilaciones de la demanda, difundiendo precariedad e inestabilidad laboral entre una amplia cohorte de trabajadores y causando graves perjuicios en la productividad, el empleo y el sistema de Seguridad Social. Es preciso por ello poner fin a los excesos de la contratación temporal y recuperar la hegemonía del contrato indefinido. Pero un cambio enérgico en la institución nuclear del Derecho del Trabajo y en los usos arraigados del mercado laboral alterará los equilibrios internos del sistema de relaciones laborales, obligando a redefinir las relaciones entre contratación, flexibilidad interna y flexibilidad externa. Pese a sus ambigüedades, la flexiseguridad se presenta como la única alternativa posible –más que fiable– para orientar al Derecho del Trabajo en ese proceso de cambio