Hay una conexión necesaria entre el monismo, tanto de tipo espiritualista como de tipo materialista, y el totalitarismo. El monismo niega las diferencias genéricas, específicas e individuales y reduce toda la realidad a un único ser, que, por eso mismo, tiene que existir en fuerza de su propia esencia, a se, y ser Dios. El monismo espiritualista reduce la realidad individual -material y espiritual- a instancias puramente fenoménicas del desenvolvimiento de un principio enteramente espiritual. Tal, por ejemplo, el idealismo trascendental de Hegel, en el que culmina el monismo espiritualista: mediante un proceso, dialéctico de manifestaciones contrarias -a que se reducen los diferentes objetos materiales y el propio hombre- la única ...