Metodología para la gestión de proyectos cinematográficos en Colombia basada en el PMBOK

La producción cinematográfica es una de las actividades humanas que con mayor dinámica ha demandado de las capacidades creativas asociadas con el arte y las habilidades administrativas asociadas al desarrollo industrial y comercial de un intangible. Ningún otro arte, quizás con excepción de la música, ha evolucionado tan rápido y a tal tamaño como lo ha hecho el cine, logrando de esta forma, desde hace más de un siglo, abrirse un lugar dentro de la cultura universal. A través de él, se han representado con profundidad las pasiones humanas, se han reconstruido mundos antiguos, se han creado imaginarios, sensaciones, relaciones, se han establecido vehículos de reflexión, canales para la crítica, en fin, el cine le ha dado al hombre la oportunidad de llevar a lo plástico su pensamiento y su vivir. Ese potencial de expresión y entretención inherente al cine ha sido ávidamente explotado por diferentes instituciones en el mundo, especialmente por el conglomerado de majors que le dan nombre a Hollywood, los cuales, a través de la historia han conformado una dinámica industrial que incluso hoy es un sector económico de los Estados Unidos. El desarrollo del cine en Colombia ha atravesado diferentes etapas que de mayor o menor medida han consolidado un quehacer cinematográfico propio con ciertos atributos característicos de una industria naciente. Se ha pasado de hacer cinco estrenos de largometraje en 2002 a veintitrés estrenos en 2012, mediado por un crecimiento ascendente y constante a causa de los estímulos políticos y financieros que la Ley 814 de 2003 generó. Otra buena cantidad de indicadores han reflejado un mejoramiento constante como el índice de asistencia a cine, duplicándose en cinco años, pasando de un espectador por cada dos habitantes en 2007 y en 2012 acercándose a un espectador por habitante, la taquilla se duplicó también en el mismo lapso de tiempo y se incrementó el número de pantallas de cine en un 80%. Sin embargo, el comportamiento de los indicadores antes mencionados no se ve reflejado en la asistencia al cine colombiano y en el retorno de la inversión de los proyectos realizados en el país, lo que permite inferir que los adelantos de la industria cinematográfica le han reportado mayor beneficio a las producciones extranjeras que a las nativas. La problemática que envuelve al cine colombiano es compleja, extensa y en algunos casos invisible. Su complejidad y extensión están determinadas por las diferentes dimensiones excluyentes que conlleva la producción cinematográfica, como lo son la dimensión artística versus la dimensión financiera, en cuya realización se pueden desprender un sinfín de factores inesperados y difíciles de controlar, todo esto multiplicado por el tamaño del proyecto cinematográfico. A la vez puede ser invisible debido a que, a pesar de que la academia y la industria han venido desarrollando un interés cada vez mayor por esta problemática, aún se evidencia escasa atención e investigación en el contexto colombiano, por lo que muchas veces la realidad del cine nacional se mide a través de la recolección de opiniones y experiencias que los especialistas de la industria comparten esporádicamente