La pregunta por el mayor problema que se presenta al momento en la juventud actual puede generar multiplicidad de respuestas, que van desde la falta de oportunidades, reales y efectivas, en los órdenes formativos (artístico, técnico, tecnológico, profesional) y laborales, hasta las consecuencias que de ello se derivan, evidenciadas en los índices de desempleo y criminalidad que incluyen de modo superlativo a sujetos entre los 18 y los 26 años de edad, franja juvenil según el estándar de la Organización de Naciones Unidas. Sin desconocer ni minimizar esta realidad dramática, asiste la certeza de la necesidad de superar el lugar común para plantear una respuesta al interrogante en otros términos: la juventud de hoy renunció a las utopías