La paradoja de la evaluación de resultados escolares, en pos de la calidad educativa

Desde hace aproximadamente tres décadas, se ha instaurado el término “calidad educativa”, asociado al resultado de la evaluación de los aprendizajes, de los alumnos del nivel secundario. En este trabajo, analizaremos las condiciones materiales que instalaron en la agenda de la educación, las evaluaciones de la calidad educativa; para ello consideraremos la relación: Estado-Mercado-Educación. A partir de esta relación, se constituye la sociedad de mercado y su correlato, la educación de mercado con la consiguiente aplicación en educación de conceptos y acciones propias de la organización de trabajo. Estas acciones afectaron al trabajo docente, a los contenidos curriculares y a la función pedagógica de la evaluación. Las evaluaciones nacionales en Argentina, aunque en sus propósitos, procuraron la calidad y la mejora de la educación, sus reales intenciones fueron la obtención de datos primarios, para emitir juicios acerca de la eficacia y eficiencia de las escuelas, mediante la evaluación externa y las pruebas estandarizadas. Según la concepción, que podríamos ubicarla dentro de un marco teórico científico-racional-eficientista, estas evaluaciones, respondían a lo que definimos como función acreditiva. Esto supone que la evaluación valora los resultados del aprendizaje (producto) en detrimento de la función pedagógica, cuyo objetivo es la valoración de los procesos de enseñanza aprendizaje