Un ilustre y belicoso peregrino del Camino Inglés: Juan de Gante, Duque de Lancáster, y su desembarco en la Galicia medieval

Con mucha frecuencia, las vías que a diario son solo holladas por pacíficos caminantes se tornan en sendas cuyo caminar obedece a razones diametralmente opuestas. Es el triste caso que vivimos en la Europa de nuestros días, marcada por el lamentable tránsito hacia el Viejo Continente de los que huyen de conflictos armados en Oriente Medio. Muy pocos de los que hoy se ven forzados a escapar de tan cruel barbarie cruzando Turquía hasta alcanzar Estambul, para desde ahí dirigirse a Grecia a través de Lesbos, son conscientes de que no están más que recorriendo a la inversa idéntica ruta a la realizada por Marco Polo, el legendario viajero y comerciante veneciano cuyos viajes hacia Oriente lo han hecho pasar a la historia como destacado prototipo del homo viator medieval. En las siguientes páginas intentaré describir un caso análogo sucedido en la Edad Media. Es decir: explicaré cómo la ruta jacobea, conocido camino de paz, amistad y espiritualidad, se transformó en el escenario de una invasión militar en tierras gallegas. Su protagonista, Juan de Gante, Duque de Lancaster, quiso hacer valer por la fuerza de las armas su legítimo derecho al trono de Castilla y León, adquirido por su matrimonio con la princesa Constanza. Para ello, no dudó en utilizar el Camino Inglés como vía para desembarcar en La Coruña con sus tropas, dispuesto a ser coronado rey. Repasemos los pormenores de este poco conocido suceso del medievo hispánico