Elogio de la ilegibilidad

Hay algo que en estos días las casas editoriales piden de rodillas para hacer frente a la crisis de mercado en la ficción, y eso es la legibilidad. Mientras más grande la editorial, mayor la exigencia para que se entienda la opacidad de ese mundo que se busca representar: de qué va la novela, dónde ocurre, a qué situación responde, etcétera. ¿Tiene necesariamente que ser una ballena?, se lamentó ante Melville el editor de Moby Dick hace más de un siglo y medio. El éxito de público, ya se sabe..