La estabilidad del derecho al trabajo en el contexto de pandemia, mención especial al caso boliviano

La estabilidad del derecho del trabajo, como principio y derecho de los trabajadores, es incuestionable, sin embargo, los Estados cuyo deber protector del trabajo es inmutable, han estado aplicando una serie de medidas, que en los hechos flexibilizan las relaciones de trabajo, configurando varios ámbitos paralelos, como la función pública, sistemas de contrataciones del Estado, estableciendo las denominadas consultorías, e incluso cerrando empresas estatales, en tiempos de pandemia como en el caso boliviano. A esta realidad, se añade el ámbito privado que de manera, muchas veces dolosa, flexibiliza las relaciones del trabajo, con la suscripción de contratos a plazo fijo, o en su caso contratos de trabajo eventuales, que están vinculados a actividades propias y permanentes de la institución u empresa; realidades que se agravan con la pandemia covid 19. Más aún, en Bolivia el marco normativo, es altamente protectivo, desde la misma Constitución, con consagra el derecho a una fuente laboral estable (art. 46), así como, los principios aplicables del derecho del trabajo, entre los que existen el principio de continuidad de la relación de trabajo (art. 48), y el art. 49 que prohíbe los despidos injustificados . Por otro lado, a consecuencia de la pandemia, se emitieron varios decretos destinados a la estabilidad laboral como el DS. No. 4216 de 2020, el DS. No. 4218 (de 14 de abril de 2020), que regulo el tele trabajo y que fue abrogado por el DECRETO SUPREMO No. 4570 de 18 de agosto de 2021. A lo expuesto, añadir, que existen algunos normas que fueron poco meditadas como la RM. 431/21, sobre las causas fortuitas o de fuerza mayor que "no se constituyen en causales de despido". Asimismo, el contexto del Covid-19 es altamente complejo, y en América Latina, desemboca en altos índices de desempleo (se perdieron aproximadamente 30 millones de empleos, además que 34 millones están buscando empleo, y el 53% de la población tiene un empleo informal entre otros datos emitidos por la OIT). En consecuencia, en el caso boliviano, existe un marco normativo favorable de la estabilidad laboral, pero que contrasta con la realidad y devela la ineficacia del mismo, por lo cual, es necesario repensar las medidas que efectivicen la estabilidad laboral a corto, mediano y largo plazo, con una visión sustentable y de multinivel dirigida a proteger al trabajador, las fuentes de trabajo, el fomento económico, además de generar medidas, de apoyo al trabajo y su estabilidad, mediante distintas políticas públicas.