Disabling musculoskeletal pain in working populations: is it the job, the person, or the culture?

To compare the prevalence of disabling low back pain (DLBP) and disabling wrist/hand pain (DWHP) among groups of workers carrying out similar physical activities in different cultural environments, and to explore explanations for observed differences, we conducted a crosssectional survey in 18 countries. Standardised questionnaires were used to ascertain pain that interfered with everyday activities and exposure to possible risk factors in 12,426 participants from 47 occupational groups (mostly nurses and office workers). Associations with risk factors were assessed by Poisson regression. The 1-month prevalence of DLBP in nurses varied from 9.6% to 42.6%, and that of DWHP in office workers from 2.2% to 31.6%. Rates of disabling pain at the 2 anatomical sites covaried (r = 0.76), but DLBP tended to be relatively more common in nurses and DWHP in office workers. Established risk factors such as occupational physical activities, psychosocial aspects of work, and tendency to somatise were confirmed, and associations were found also with adverse health beliefs and group awareness of people outside work with musculoskeletal pain. However, after allowance for these risk factors, an up-to 8-fold difference in prevalence remained. Systems of compensation for work-related illness and financial support for health-related incapacity for work appeared to have little influence on the occurrence of symptoms. Our findings indicate large international variation in the prevalence of disabling forearm and back pain among occupational groups carrying out similar tasks, which is only partially explained by the personal and socioeconomic risk factors that were analysed.Para comparar la prevalencia del dolor lumbar incapacitante (DLBP) y el dolor incapacitante de muñeca/mano (DWHP) entre grupos de trabajadores que realizan actividades físicas similares en diferentes entornos culturales, y para explorar las explicaciones de las diferencias observadas, se realizó una encuesta transversal en 18 países. Se utilizaron cuestionarios estandarizados para determinar el dolor que interfería con las actividades cotidianas y la exposición a posibles factores de riesgo en 12.426 participantes de 47 grupos profesionales (en su mayoría enfermeras y oficinistas). Las asociaciones con los factores de riesgo se evaluaron mediante regresión de Poisson. La prevalencia a 1 mes de DPLC en enfermeras varió del 9,6% al 42,6%, y la de DWHP en oficinistas del 2,2% al 31,6%. Las tasas de dolor incapacitante en las dos localizaciones anatómicas covarían (r = 0,76), pero el DLBP tendía a ser relativamente más común en las enfermeras y el DWHP en los trabajadores de oficina. Se confirmaron factores de riesgo establecidos, como las actividades físicas ocupacionales, los aspectos psicosociales del trabajo y la tendencia a la somatización, y también se encontraron asociaciones con las creencias adversas sobre la salud y el conocimiento del grupo de personas ajenas al trabajo con dolor musculoesquelético. Sin embargo, después de tener en cuenta estos factores de riesgo, se mantuvo una diferencia de hasta 8 veces en la prevalencia. Los sistemas de compensación por enfermedades relacionadas con el trabajo y la ayuda económica por incapacidad laboral relacionada con la salud parecían tener poca influencia en la aparición de síntomas. Nuestros resultados indican una gran variación internacional en la prevalencia del dolor de antebrazo y de espalda incapacitante entre grupos ocupacionales que realizan tareas similares, lo que sólo se explica parcialmente por los factores de riesgo personales y socioeconómicos que se analizaron. personales y socioeconómicos que se analizaron.Universidad Nacional, Costa Rica.Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxica