La luz y el color en la arquitectura contempor\ue1nea: los nuevos escenarios urbanos

"Cuando a finales del siglo XIX, Claude Monet pint\uf3 la catedral de Rouen, vista en diferentes horas del d\ueda, desde el amanecer al atardecer, nos da una demostraci\uf3n de c\uf3mo un solo monumento podr\ueda tener configuraciones y aspectos diferentes debido exclusivamente a la capacidad de la luz de modelar formas. Pero tambi\ue9n nos da otra lecci\uf3n: de cuanto sea importante en la fruici\uf3n de un lugar la posibilidad de leer el paso del tiempo a trav\ue9s de la alteraci\uf3n de la percepci\uf3n debida a la evoluci\uf3n de las formas y los colores, espec\uedficamente en relaci\uf3n con el cambio de luz "[1]. La investigaci\uf3n se propone una reinterpretaci\uf3n del paisaje urbano, considerando el proyecto luz como elemento indispensable de la definici\uf3n de la identidad de la ciudad durante la noche. El uso de la luz, como materia prima que se sustituye a la consistencia de los paramentos murarios y que configura una nueva forma de concebir la arquitectura, est\ue1 estrechamente relacionado con el color. El uso de nuevos medios tecnol\uf3gicos y la combinaci\uf3n entre luz y color, adoptados en el urban design, generan una fuerte identidad urbana nocturna y la participaci\uf3n del ciudadano. La luz se viste de color y el color se ilumina con la luz. La investigaci\uf3n se vierte sobre el tema de la interacci\uf3n entre luz, color y forma, sobre los efectos que el inseparable binomio luz-color puede tener sobre la percepci\uf3n y en la interpretaci\uf3n del mensaje visivo y sobre la fuerza comunicativa que tiene la imagen como veh\uedculo de la percepci\uf3n espacial de la ciudad. Luz y color, como el reboco, son materiales de la arquitectura nocturna contempor\ue1nea. Este binomio act\ufaa sobre la superficie de contacto entre edificio y ciudad, interviniendo en el vac\uedo donde el transe\ufante es la tercera figura de transformaci\uf3n. La fachada, definida como umbral, se convierte en un lugar de acontecimientos. El umbral es \u201cpiel del edificio, como interfaz f\uedsica entre interior y exterior, como elemento de abertura o cierre del edificio hacia lo que lo rodea. La luz, en el umbral, en lugar de intercambio continuo entre interior y exterior, tendr\ueda que convertirse entonces en el elemento protagonista del encuentro: elemento constructivo din\ue1mico o componente f\uedsica est\ue1tica, casi estructura adjuntiva de la arquitectura [\u2026] El entrar y salir, o superar un limite, no constituyen un momento negativo de contraste en cambio, gestionando bien la luz, puede convertirse en una zona, un \ue1rea de experiencia importante y por tanto un tema de proyecto fundamental\u201d[2]. La luz, utilizada en el cambio alterno de colores, adquiere una dimensi\uf3n din\ue1mica, fluida, en relaci\uf3n a acciones y estados de animo de los individuos. Dispositivos electr\uf3nicos digitales, pantallas urbanas y sistemas luminosos avanzados son los medios esenciales del proyecto lum\uednico contempor\ue1neo. El uso de los LED y la variedad ling\ufc\uedstica generada por esta tecnolog\ueda de bajo consumo es tambi\ue9n veh\uedculo de un ulterior indispensable mensaje de la contemporaneidad: la sostenibilidad