En defensa de la planta baja: tácticas en el ensanche de Madrid

Hasta mediados del siglo XIX, la vivienda de las plantas mas elevadas albergaba a los estratos mas pobres de la sociedad, siendo la ubicada en las plantas principales y bajas donde la clase alta vivía. Esta estructura empezó a cambiar con la incorporación del ascensor, que introdujo una conexión rápida entre todas las plantas del edificio, alterando con ello la preferencia social que existía. Este cambio se puede ver reflejado en la ciudad de Madrid, donde existe un núcleo anterior al siglo XIX, conocido como distrito centro, donde la vivienda carecía de ascensor, con una trama urbana no cuadriculada y unas condiciones higiénicas mejorables. Con motivo de optimizar esta situación, ampliar la ciudad y dotar de vivienda a la población, el ayuntamiento de Madrid aprobó la ejecución del Plan Castro en 1860, que proponía desarrollar la ciudad a través de una retícula ortogonal de calles y manzanas. Si bien el Plan Castro planificaba unas condiciones favorables de manzana para la vivienda en planta baja, la no ejecución del plan original, sumado a las continuas modificaciones, provocaron que estas viviendas se asociaran a la baja calidad, debido a sus problemas de ruido, iluminación, ventilación o privacidad. Se realiza un estudio de casos para determinar qué tácticas posibles existen que aporten valor a la planta baja, a través de ejemplos de calidad arquitectónica y espacios públicos singulares del ensanche de Madrid como dispositivos de proyecto