En la actualidad se ha agudizado a nivel mundial el debate sobre la utilización de los organismos genéticamente modificados (OGM), entre ellos las plantas transgénicas. Se observan posturas polarizadas: por un lado, se encuentran los que consideran que al tomar en cuenta la escasez de alimentos en muchas regiones del mundo, sobre todo en el hemisferio sur, donde la agricultura enfrenta un sinnúmero de problemas, la aplicación de la biotecnología en la producción de alimentos presenta un enorme potencial y es una alternativa necesaria; por otro, la postura ambientalista plantea una moratoria de varios años, o la negación al uso de estos avances científicos, en su lugar circunscribe a la agricultura orgánica, muy en boga en Inglaterra y otros...