La educación para la ciudadanía, unido al logro de capacidades personales y sociales de los estudiantes en dimensiones de su actuar día a día, constituye una de las grandes finalidades de la educación, es decir, promover el crecimiento conjunto de los alumnos y alumnas como personas responsables y como ciudadanos activos. Se trata entonces, que unido a los conocimientos, habilidades, valores y actitudes, los estudiantes deben potenciar las virtudes cívicas mediante la participación activa en sus familias, la escuela y la sociedad de manera democrática. Al fin y al cabo como enfatizamos más adelante, crear o construir ciudadanos fue, desde sus inicios, el objetivo de la educación, aun cuando se precise ser reformulado de modo inclusivo para ...