Entendemos que la modernidad ha causado un gran mal al orden jurídico, al reducirlo a la ley jurídica positiva, despojándolo así de su esencial moralidad, anclada en la ley natural. Así, el derecho ha quedado sujeto al arbitrio del gobernante o del poder de turno, sin ninguna referencia objetiva que permita valorar su esencial condición de justicia. Es mucho lo que se podría decir, y se ha dicho, al respecto. Pero al objeto del presente trabajo conviene solamente recordar lo que Santo Tomás de Aquino (1224/5 - 1274) dice, citando a Isidoro en “Etimologías” (libro 5, cap. 3): El derecho se llama así (jus) porque es justo’. Pero lo justo es objeto de la justicia; pues dice el Filósofo en la Ética, libro 5, cap. 1, que “suele llamarse justo aq...