Abastecimento da Revolução: A Gestão da Guerra na Comissão do Exército Auxiliar do Peru, 1810-1820

The independence wars in the Rio de la Plata afterwards the May Revolution concerned the need of making armies that could contend with the opposition presented by the Spanish monarchy in a wide open battlefront. In order to accomplish this task and to prevail in a conflict that would extend for over a decade throughout the former Viceroyalty, it was necessary to elaborate different strategies that could endure the revolutionary forces by supplying, among other goods, food, uniforms and cattle for transport. While this happened, the armies where in the midst of an intended professionalization process which the central government understood vital for the success of the patriotic cause. While recent argentine historiography has focused on this point, addressing mainly the development of the officer corps required to enhance the army’s performance, this article explores to which state the military professionalization intended also reached the war management, duty that was commissioned to a colonial entity, the Commissariat of War. Particularly, we intend to analyze the Commissariat in the Auxiliary Army of Peru, armed force that was deployed in the northern extremes of the former Viceroyalty, between the Alto Peru and Tucuman. Based on this study using primary and secondary sources, we shall see the way in which military management turned out to be crucial for keeping the troops fed and dressed, subject that, at the same time, inserted itself into the wider military professionalization process prompted by the revolutionary government. If military supplying during the independence wars was not purely anarchic, this was due to the fact that the army itself relied upon a bureaucratic side that cared for the treasure while provided victuals, clothing and cattle for the troops.Las guerras de independencia en el Río de la Plata tras la Revolución de Mayo implicaron la necesidad de construir ejércitos de línea que se antepusieran a las fuerzas de la corona española en los múltiples frentes de batalla abiertos. Para llevar adelante un conflicto que se extendería por más de una década a lo largo de los dominios del antiguo Virreinato, fue necesario recurrir a distintas estrategias que sostuvieran materialmente a las fuerzas revolucionarias, abasteciéndolas de alimento, vestimenta, ganado para el transporte, entre otros recursos imprescindibles. Esto sucedía a la par que en el seno de los ejércitos se impulsaba un proceso de profesionalización de los mismos, entendido por el gobierno central como indispensable para sostener la causa patriota en pie. Si la historiografía argentina reciente ha investigado este punto interesándose sobre todo en la formación de oficiales para optimizar el funcionamiento de una fuerza armada que se construía día a día, este trabajo explora cómo dicha profesionalización militar alcanzaba también a la gestión de la guerra, tarea que recaía en una dependencia con vestigios coloniales como la Comisaría de Guerra. Más específicamente, el presente artículo pretende abordar el funcionamiento de la Comisaría del Ejército Auxiliar del Perú, cuerpo armado que se desplegó en los extremos septentrionales del virreinato, entre el Alto Perú y el Tucumán. A partir de su estudio utilizando fuentes inéditas y editas, veremos el modo en que la gestión resultaba esencial para mantener alimentadas y vestidas a las huestes, cuestión que se insertaba en el proceso de profesionalización militar más amplio impulsado por el gobierno revolucionario. Si el avituallamiento de insumos militares durante las guerras de independencia no era puramente anárquico, esto era debido a que el mismo ejército contaba con un costado burocrático que intentaba cuidar el numerario al mismo tiempo que buscaba garantizar víveres, ganados y vestuario para la tropa