Las fotografías de Vejer de J. Laurent (1867 y 1879). Estudio crítico

La iconografía de nuestras ciudades y paisajes emplea técnicas que relacionan el modo de ver, lo que interesa mostrar, y cómo se prioriza y expresa a través de la elección de puntos de vista, de técnicas gráficas y soportes, incluyendo materiales, escala y dimensión. La cuestión viene al hilo de que se han publicado, en una cuidada carpeta a cargo del arquitecto y profesor de la Universidad de Sevilla Antonio Gámiz Gordo y el historiador Antonio Muñoz Rodríguez, las fotografías de Vejer de la Frontera (Cádiz) realizadas por Jean Laurent en 1867 y 1879. Incluyen además el faro del cabo de Trafalgar, entonces sito en el término vejeriego. Se enriquece de esta manera el panorama de trabajos sobre Laurent en el conjunto de Andalucía, o su tarea como fotógrafo de ciudades cual Sevilla o Granada, donde precisamente el profesor Gámiz ha estado presente. Pero la publicación ante todo representa una clara demostración de cómo abordar estas temáticas de iconografía urbana y del paisaje. La reproducción en un adecuado formato de las placas de vidrio custodiadas en el Instituto del Patrimonio Cultural de España y la Universidad de Navarra se acompaña de sendos estudios críticos de claro interés. El primero analiza la producción de Laurent en su conjunto, con especial atención y minuciosidad a las técnicas empleadas. Se debe a Antonio Gámiz, reconocido estudioso del grabado y la fotografía como vehículos de expresión. Aquí se mueve con destreza en el campo de la fotografía histórica y el entendimiento del paisaje con los medios y planteamientos ochocentistas de Laurent. También se detiene en los rasgos de su profesionalidad, convirtiéndose en un inestimable elemento de consulta para aproximarnos al célebre fotógrafo galo, encuadrado en esa trayectoria en la que debemos recordar al vizconde Joseph Vigier, al gran Charles Clifford, o L.L. Masson, etc., fotógrafos adelantados que pasaron muy especialmente por Andalucía. Finalmente, Gámiz nos introduce en las vistas estereoscópicas de Vejer, tras un erudito repaso de la fotografía decimonónica en Cádiz, terreno que tanto debe a figuras como Rafael Garófano. Gámiz vuelve con este trabajo a Vejer, población que abordó al estudiar un grupo de cinco grabados de la localidad, que arrancaban con Joris Hoefnagel en el siglo XVI, hasta cerrar un pequeño pero intenso ciclo iconográfico en el XVIII. El otro ensayo de la carpeta de fotografías de Laurent es de Antonio Muñoz, historiador especialmente activo en relación con el patrimonio de Vejer y de su comarca (véase por ejemplo su trabajo en Patrimonio Cultural del Litoral de La Janda). Las cualidades paisajísticas de Vejer son analizadas a través de su atenta mirada a las fotografías de Laurent, tras efectuar una elocuente síntesis del proceso que configuró su singularidad urbanística, con su conmovedora definición paisajística, ejemplo de fusión entre arquitectura, urbanismo y soporte natural. En la vista general desde San Miguel, identifica y explica edificios como San Francisco, La Concepción, El Salvador, el castillo que fue solar de los Medina Sidonia, señores de Vejer…, deteniéndose en un desforestado entorno de ágaves y chumberas, de chozas de castañuela, una cubierta vegetal tomada de la cercana laguna jandeña o las marismas del estuario vejeriego y barbateño. Antonio Muñoz, además de comentar Trafalgar, también analiza la imagen de Laurent captada desde la Barca de Vejer, al otro lado del río Barbate, en su orilla izquierda, con El Salvador y su chapitel, la torre del Mayorazgo o el exconvento de La Merced, así como realiza un análisis diacrónico con la postal de “El Trebol” (sic) o la vista de Quijano del ayuntamiento de Vejer. Muñoz cierra con la atávica estampa de las cobijadas, que fueron objeto de atención para Laurent. Como, debemos señalar, también atrajeron posteriormente la curiosidad de otro importante fotógrafo, Kurt Hielscher, que en su periplo hispano (1913-18) se acercó a esta singular vestimenta femenina vejeriega y, al contrario que Laurent, escogió de la población vejeriega los interiores, la imagen de los patios, como representación del sabio legado arquitectónico y urbano de Vejer, para su libro, de tanto impacto en Europa, Das unbekannte Spanien. Baukunst, Landschaft, Volksleben (1922). Debemos señalar que la publicación de Gámiz y Muñoz es una valiosa herramienta para los interesados en la fotografía histórica, también para aquellos ocupados en la protección y el desarrollo urbano en clave patrimonial de nuestros conjuntos históricos, al aportar con sus precisiones una información ejemplar sobre la evolución de una realidad urbana especialmente relevante. Conviene subrayar la importancia del Archivo Ruiz Vernacci, herramienta clave para este álbum, localizado en el citado Instituto del Patrimonio Cultural de España. Finalmente, agradecer a los autores este esfuerzo y a la Sociedad Vejeriega de Amigos del País, en general por su labor, que desde lo local trasciende a otras esferas, de la cual esta publicación es un botón de muestra. También, subrayar el oportuno apoyo editorial del Colegio Oficial de Arquitectos de Cádiz. Eduardo Mosquera Adell Catedrático de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevill