Las ciudades son sistemas complejos en constante evolución, cuya planificación se enfrenta a futuros cada vez menos predecibles. Entendiendo la ciudad como un sistema complejo autorregulador, desde la teoría de la información y la teoría termodinámica del no-equilibrio y la irreversibilidad es posible establecer el intercambio de información que se produce entre sistema urbano y entorno. El presente artículo muestra como, ante un incremento abrupto de la incertidumbre, la ciudad puede: aumentar su complejidad [1], su capacidad de anticipación respecto al entorno [2], su control sobre el entorno [3], combinar adecuadamente las estrategias anteriores [4] o cambiar de identidad [5]. La metodología de investigación empleada yuxtapone a las prem...