La escuela, espacio fundamental del proceso constructivo de socialización de los individuos, contribuye a la construcción de prácticas democráticas, de participación, respeto, equidad, diálogo y una variedad de valores humanos, o por el contrario, la escuela, donde convergen diversas expresiones de prácticas sociales, puede convertirse en un espacio de reproducción de prácticas violentas, donde se replican acciones de exclusión, discordia, autoritarismo y ambientes de hostilidad. Todo esto sin duda, son interacciones que se encuentran en la cotidianidad de la escuela, acciones que tienen relación con la construcción de una cultura reproductora de prácticas violentas y de un fenómeno tan natural en nuestra sociedad como la denominada "Violen...