Prevalencia de recesiones e hipersensibilidad dentinaria en alumnos de la facultad de Odontología de la Universidad Andrés Bello

Tesis (Odontología)El suceso clínico clave para la hipersensibilidad dentinaria es la exposición de los túbulos dentinarios y la variación anatómica en el límite amelocementario: cemento superpuesto al esmalte, borde a borde o ausencia de contacto entre ambos tejidos. El mecanismo fisiopatológico de la hipersensibilidad dentinaria no es aún totalmente entendido, aunque se ha planteado la Teoría Hidrodinámica de Brannstrom que propone que cuando los fluídos presentes dentro de los túbulos dentinarios sufren cambios de temperatura u osmóticos, se producen movimientos en éstos líquidos que producen una estimulación de los baroreceptores (nervios receptores de presión) dentro de los túbulos dentinarios lo que lleva a una descarga neural o depolarización. Esta descarga, es interpretada como dolor. Esta teoría es la más ampliamente aceptada soportada a través de evidencia en estudios histológicos, demostrando un mayor número de túbulos dentinarios amplios en dientes sensibles que no sensibles. Las causas clínicas más comunes para la exposición de los túbulos son pérdida de esmalte (como resultado de atrición, abrasión, erosión o anfracción) y/o Recesión Gingival, que se define como un desplazamiento del tejido gingival marginal hacia la zona apical del límite amelocementario con exposición radicular en diferentes grados. Al producirse la recesión gingival, se expondrá el cemento radicular, el cual puede ser fácilmente eliminado, dejando directamente la dentina con sus túbulos expuestos al medio. Dentro de los factores que se considerarían en la etiología multifactorial de las recesiones gingivales estarían: las infecciones periodontales, técnica defectuosa de cepillado dental, malposición dentaria, fricción de los tejido blandos, inserción alta de los frenillos, movimiento dentarios no controlados, factores iatrogénicos relacionados con los procedimientos de tratamiento periodontal y restaurador y tabaquismo. También se atribuye al trauma oclusal, pero no se demuestra aún su mecanismo de acción