Estudio de la presencia de proporciones áureas en escolares de dos grupos socioeconómicamente opuestos de la Región Metropolitana

Tesis (Odontología)Durante siglos se ha estudiado la belleza en el ser humano, siendo considerada muy importante desde los egipcios hasta el día de hoy. La manifestación de lo bello a través del arte en sus distintas expresiones: la pintura, la escultura y la arquitectura, han marcado la preferencia por determinadas tendencias en la apariencia física. Todas las personas tienen una sensibilidad individual para apreciar las diferentes características de la estructura facial, y es esta sensibilidad la que permite identificar si una persona tiene alguna característica discordante o malformaciones en su cara. Durante el siglo XIX, el desarrollo de la biometría o antropometría proveyó los elementos necesarios para el conocimiento de la anatomía facial normal y su corrección. Es un hecho que la armonía en una cara expresa la perfección morfológica conectada con la normalidad, y su encanto es incuestionable. Podemos derivar de esta apreciación abstracta y subjetiva a una concreta cuando la identificación de la normalidad está establecida a través del factor que causa la sensación de armonía. Hoy en día con los cambios y avances de la ortodoncia y la cirugía facial, todo es diferente. Los ortodoncistas tienen un interés especial en la belleza facial y cada día ésta gana más terreno en la escala de prioridades del paciente y es por esto que cada vez nos visitan más pacientes buscando estética como su principal objetivo. Uno de los principales objetivos de los pacientes es la estética. La anatomía facial es actualmente esencial para el especialista, tanto para el diagnóstico como para el tratamiento en los pacientes. Todo apunta a saber cuáles son las características que se expresan en un estado de normalidad y que muchas veces son necesarias para describir la anatomía facial. Debemos manejar estas características desde un punto de vista cuantitativo y cualitativo, y como se reconstruyen para volver al estado de normalidad escondido bajo una malformación o alterado por una lesión traumática. La impresión que nos hacemos a través del sentimiento o la sensación de la armonía no es suficiente para darnos la clave para definir el estado de normalidad facial y realizar un análisis. Los sentimientos subjetivos y personales de la armonía no satisfacen los requerimientos científicos y le dejan al especialista la dura tarea de resolver todos los problemas del diagnóstico. Para las cirugías, el estudio de las proporciones divinas tiene gran relevancia cuando se pretende hacer una modificación quirúrgica para llevar la apariencia de un individuo a una armonía objetiva