Según la opinio communis tantas veces repetida, la filosofía moderna nace con el pensamiento cartesiano. Acompañada por la fuerza de la costumbre, esta afirmación ingresa sin mayor dificultad al repertorio de aquellas nociones básicas con que uno se acostumbra desde temprano a juzgar la historia filosófica: el pensamiento cartesiano como comienzo de la filosofía moderna. Si quisiésemos precisar en qué sentido ese comienzo se determina como tal, en relación tanto con el pasado que deja a sus espaldas, como con la fase histórica que él inaugura, podría parecer que tal cuestión obedece a un interés historiográfico, ajeno a la pregunta por la cosa misma del pensar y por la destinación que le es propia. Sin embargo, el juicio hegeliano sob...