Resulta indiscutible que el siglo XXI será el siglo donde el feminismo logrará universalizar sus principios de libertad e igualdad entre los géneros. En este contexto, aclarar que el feminismo no nació de movimientos como el #MeToo (entre 2006 y 2015, con su pico en los acontecimientos del 2017) o en situaciones de violencia extrema que se proyectaron en las movilizaciones del #Niunamenos en Argentina o del reciente himno chileno “El violador eres tú” resulta redundante, pero no por ello menos necesario. A lo largo de la historia podemos rastrear hitos en los que las mujeres debieron defenderse para no ver avasalladas sus libertades, o bien en la incesante necesidad de conquistar derechos que les fueron arrebatados, negados. Nos convoca a...