El mito de Odiseo podría ser calificado como uno de los más cercanos al ser humano, de cuantos nos legó la antigüedad griega. Humano, por cuanto Odiseo busca, lucha y sufre porque ama como el ser humano. Muy humano, por cuanto no podemos separar en este mito las peripecias de su fiel esposa Penélope; de su hijo Telémaco; de su padre Laertes; de su madre Anticlea, muerta de dolor por la ausencia de aquel; de su nodriza Euriclea; de su porquerizo Eumeo; de la maga Circe, que transforma en animales a los hombres; la ninfa Calipso, que ofrece la inmortalidad divina a Odiseo; la dulce y pura Nausícaa, junto a la cual Odiseo pudo haber tenido un apacible nuevo hogar en el país de los hombres felices, los feacios. Todos ellos son personajes de hon...