Violencia de género contra la mujer en el Ecuador y su reparación integral por parte del estado.

El ámbito normativo vemos la importancia que existe al estudiar la violencia de genero con la mujer y su protección por parte del estado ecuatoriano buscando dar una reparación integral bastante amplia y teóricamente completa, sin embargo este abanico de derechos y garantías no han bastado para evitar que este tipo particular de violencia sea erradicada en su totalidad, y tampoco se ha logrado conseguir una solución duradera a la misma, puesto que los números de denuncias de violencia y los casos de reincidencias de ésta siguen siendo bastante altos. A pesar de los derechos fundamentales reconocidos, y la tutela judicial que ofrece nuestra normativa nos damos cuenta, que ésta problemática tiene una característica mayormente social, y que tales derechos pese a ser reconocidos por los individuos involucrados, no son respetados, ya sea por el entorno social o cultural en el que se ha crecido. Esta lucha por la defensa de los derechos humanos no ha sido fácil, y en éste tema en particular, la tolerancia social o la etiqueta de cotidianeidad de este accionar puede constituir un freno al cambio que la normativa actual, y las campañas sociales realizadas por Ministerios que se encargan de la prevención aun no son suficientes para que estos sucesos dejen de pasar , si bien es cierto la violencia de genero contra la mujer es un hecho que debe tener reparos dónde la persona afectada vuelva a tener una vida normal, hay otros derechos en juego que el Estado mismo protege y garantiza, como lo son la familia.The normative scope we see the importance that exists to study gender violence with women and its protection by the Ecuadorian state looking to give a comprehensive and theoretically comprehensive comprehensive reparation, however this range of rights and guarantees have not been enough to prevent this particular type of violence is eradicated in its entirety, and neither has it been possible to achieve a lasting solution to it, since the numbers of reports of violence and cases of reoccurrence of violence are still quite high. Despite the recognized fundamental rights and the judicial protection offered by our regulations, we realize that this problem has a mainly social characteristic, and that such rights, despite being recognized by the individuals involved, are not respected, either by the social or cultural environment in which it has grown. This fight for the defense of human rights has not been easy, and in this particular issue, social tolerance or the daily etiquette of this action can constitute a brake on the change that the current regulations and social campaigns carried out by Ministries who are responsible for prevention are not yet enough for these events to stop happening, although it is true gender violence against women is a fact that must have qualms where the affected person returns to a normal life, there are other rights at stake that the State itself protects and guarantees, as are the family