Resumen En este trabajo, traducido por primera vez al portugués, escrito en 1999 e incluido en el libro El pase del testigo (2001), Edgardo Cozarinsky realiza una lectura crítica de la situación de Severo Sarduy en Francia desde una perspectiva que sólo él, como testigo privilegiado de esa experiencia o incluso como confesor, puede ofrecer. El objeto de esa crítica es la “vampirización parisiense” de Sarduy, aquella que lo volvió un “prisionero” del grupo Tel Quel (con excepción de Roland Barthes) y lo obligó a “representar el papel de Sarduy”, a traicionarse. En cambio, sostiene Cozarinsky, la auténtica voz de Sarduy debe leerse precisamente en esa zona que para tantos de esos parisinos resultaba ilegible: en el mestizaje étnico y cultural...