A inicios de 1930, la candidatura presidencial de Enrique Olaya Herrera (1880-1937) generó entusiasmo en el país y tomó impulso con la integración del liberalismo. El panorama para Olaya mejoró a medida que pasaron los días y se adhirieron conservadores a su candidatura. Mientras tanto, los candidatos conservadores Guillermo Valencia (1873-1943) y Alfredo Vásquez Cobo (1869-1941) mantuvieron dividido al partido hegemónico, poniendo en peligro su poderío político. Incapaces de renunciar a sus aspiraciones políticas, tanto Valencia como Vásquez defendieron la legitimidad de sus candidaturas: el primero contaba con el aval del partido y la mayoría del congreso, mientras que el segundo tenía el apoyo del clero. La discusión tuvo su punto álgid...