El presidente de a pie

En 1922 se fijaron los límites geográficos y fluviales entre Colombia y Perú. Gracias al tratado Salomón-Lozano pactado por Alberto Salomón, ministro de Relaciones Exteriores del Perú, y Fabio Lozano, enviado extraordinario y ministro plenipotenciario en Lima, se definieron los derechos territoriales y fronteras entre las dos naciones. El Tratado representó el fin de un conflicto que ocupó casi un siglo de historia compartida, pues desde los procesos independentistas, los dos países se habían involucrado en litigios por la tenencia de tierras en el Putumayo y otras zonas de la Amazonía. El tratado declaraba “definitiva e irrevocablemente terminadas todas y cada una de las diferencias que, por causa de los límites entre Colombia y Perú, habían surgido hasta ahora”, afirmación que respaldaba la voluntad amistosa de las dos naciones. Como parte de esa reanudación de las relaciones diplomáticas, Colombia fue invitada a las celebraciones que se realizarían por la conmemoración de la Batalla de Ayacucho en diciembre de 1924. Para tal oportunidad fue conformada una delegación civil y otra militar, que acompañarían al presidente hasta Lima; sin embargo, a finales de noviembre el senado negó al presidente el aval para viajar a Perú. Para conocer más al respecto, siga el siguiente enlace: http://babel.banrepcultural.org/cdm/ref/collection/r_rendon/id/368 El 27 de noviembre de 1924, número 4709-2 de “El Espectador” (Suplemento Literario Ilustrado), Ricardo Rendón relacionó las dos situaciones (la renovada situación con el Perú y la negativa al viaje del presidente) en una caricatura. En la imagen, el presidente debía enfrentar el viaje hasta Lima a pie luego de que lo hubiesen “bajado del caballo”; adicionalmente, el texto que acompañaba la imagen daba cuenta de la frustración sufrida por el presidente a través de un calambur con las expresiones “em…bajada” y “en su… vida”