—¿Cree usted, doctor, que esa mixtura, si llega a cuajar, resultaría muy indigesta? —¡Cómo no! Para los liberales, que son los que han de tragarla

En su columna editorial del 19 de agosto de 1921, titulada “Política liberal”, “La República” presentó algunas objeciones a los argumentos que Enrique Olaya Herrera (1880-1937) expuso desde su periódico —“El Diario Nacional”— para sustentar su posición ante la candidatura presidencial del conservador Pedro Nel Ospina (1858-1927). Desde la redacción republicana se consideró que la supuesta neutralidad de Olaya era, más bien, apoyo a Ospina y oposición a Concha, postura que contrariaba las expectativas coalicionistas del republicanismo. Mientras Olaya defendía la no intervención en asuntos de la política conservadora, la redacción afirmaba que era necesario participar porque esta discusión, a la larga, impactaría el rumbo político de la nación. En esa misma edición, número 133, Ricardo Rendón publicó una caricatura que apoyó las afirmaciones del periódico republicano. Además de la alusión directa a la situación política del momento, la imagen sugirió una contrariedad que afectaba a los dos partidos (liberalismo y conservadurismo) por igual: la división como expresión de diferentes tendencias en la política de la época y, paralelamente, la necesidad de unión o reintegración para vencer a la coalición contrincante. En la imagen, Ismael Enrique Arciniegas (1865-1938) —principal apoyo de la candidatura ospinista— batía el caldero de la “unión conservadora”, mientras Olaya preguntaba a Alfonso Villegas Restrepo (1884-1945) si le parecía que esa “mixtura” podría ser inconveniente. Con la respuesta de Villegas, director de “La República”, se sugería que los principales afectados por la integración conservadora serían los liberales, quienes no habían alcanzado acuerdos sobre este asunto en su propia concentración, disminuyendo así sus posibilidades de participación asertiva en el debate electoral