El buey Apis

Desde la columna editorial correspondiente al 12 de marzo de 1923, “La República” criticó el documento que Marco Fidel Suárez (1855-1927) —bajo el seudónimo de “Luciano Pulgar”—, estaba difundiendo en la prensa para criticar las políticas implementadas por el régimen de Pedro Nel Ospina (1858-1927). La redacción comentó que Suárez había sido “vencido de su propia pequeñez espiritual” porque intentaba crear odios y disputas indiscriminadamente, como se evidenció por sus señalamientos al periodismo; la libertad de prensa; a Miguel Jiménez López (1875-1955); la administración Ospina; las reformas realizadas a la Constitución del 86; la prórroga al Congreso; las conspiraciones en las corridas de toros y las imposturas percibidas en la política liberal. Igualmente, la “pequeñez espiritual” fue percibida en la defensa que Suárez hizo de todas las causas impopulares, tales como la pena de muerte, su propia candidatura para la presidencia del partido conservador y la intervención de la iglesia en asuntos de administración estatal. Sobre la actitud de Suárez se comentaba que “se necesita estar bajo el dominio de una soberbia enfermiza para pretender a estas horas —un año después de haber sido arrojado de Palacio por carecer de delicadeza y de decoro— poner a su disposición y servicio un partido que ha aprobado últimamente tener hombres honrados, patriotas, amplios y enérgicos (…) para cerrar el paso a los políticos industriales que pretenden la reacción anti republicana para revolver el río, y pescar más y mejor” (Columna editorial “Suarerías”). Se interpretó que el artículo escrito por Suárez era una herramienta para alimentar odios sectarios e intereses de los conservadores dogmáticos, opositores al régimen “republicano” de Ospina. Tres días después de ese primer informe, en el número 618 de “La República”, Ricardo Rendón ilustró una descripción del presidente Ospina, hecha por Suárez en su documento acusatorio. En su texto, el ex mandatario evocó un diálogo entre dos personajes que comentaban la actualidad política utilizando metáforas, a modo de tratado filosófico y en referencia al “Sueño de Escipión”, narrado en “Sobre la república” de Cicerón (Libro VI 9-29). En su descripción, Suárez se refirió a Ospina como “el buey Apis”, símbolo del dios solar en la mitología egipcia: “(…) en una heredad cercana se dejó ver un novillo muy gordo y muy lucio, que triscaba y corría sobre los verdes campos." Este es (dijo el sabio) [sic] el becerro de oro, el buey Apis que está devorando en estos días los prados, las eras, los huertos y jardines donde han vivido la consciencia, la justicia, la misericordia y la fe. Todas estas cosas están amenazadas ahora más que antes por la codicia, la idolatría reinante hoy en el mundo y causa de todos los males que lo aquejan (…)”. (12 de marzo de 1923, número 616. “Contra el plan administrativo del General Ospina”). A pesar de las críticas en su contra, el expresidente Suárez censuró el afán civilizador y el tono republicano utilizado por Ospina en sus gestiones, pues consideraba que pedir ayuda a los gobiernos del norte o “americanizar” el territorio, entre otras medidas de ese Gobierno, iban en detrimento de los valores tradicionales y la soberanía nacional