El artículo pretende mostrar el significado filosófico de la incertidumbre del siempre inquieto buscador que fue Miguel de Unamuno. La profunda crisis religiosa e intelectual, que le llevó a perder la fe de la infancia, lejos de conducirle a una pasiva actitud escéptica, fue su punto de partida para buscar un nuevo sentido a la existencia. Y, animado siempre por un espíritu combativo, la incertidumbre sobre la vida eterna de la conciencia individual se convirtió para él en el estímulo más eficaz para anhelar la inmortalidad y llegar a merecerla a través de una vida apasionadamente buena. En esa incertidumbre entre la verdad lógica y la cardíaca reside el sentimiento trágico de la vida en los hombres y en los pueblos. Es sencillamente incert...