La evaluación no suele alcanzar la dimensión formativa que muchos docentes quisieran, con lo que no se facilita que el alumno tenga una información ajustada de su realidad académica. A su vez, del mismo modo que esa información es interesante para el alumno y su familia, también lo es para el docente, de ahí que la evaluación tenga una doble dirección. Para dar satisfacción a estos propósitos, se proporciona al alumno un documento a modo de pasaporte con una doble dimensión, académica y motivadora, que les ayudará a tener una visión de su evolución académica más explícita y ajustada de forma periódica, dándole así la oportunidad de implicarse en su proceso de aprendizaje.Consejería de Educación, Formación y Empleo. Servicio de Publicaciones...