Hasta el siglo XX escuela y biblioteca eran dos compartimentos estancos, sin relación la una con la otra, como dos mundos distantes y distintos. Sin embargo, hasta ahora ambas se mantenían alejadas. Pero, desde 1956 existe una alianza entre ambas, debido principalmente al reconocimiento de que la escuela es insuficiente para impartir la educación, de que la escuela no sería eficaz sin la biblioteca. De nada bastaría que el maestro enseñase la mecánica de la lectura, si el mismo no lograra después estimular el afán por la lectura hasta convertirlo en una necesidad y en un placer insustituible para los escolares. La enseñanza primaria debe continuarse, paralelamente y después de la escuela, en la biblioteca. Por otra parte, el hábito de leer ...