La acción ética forma parte del acto educativo. La educación no es una mera transmisión de conocimientos sino que implica una relación ética pues conlleva una actitud de compromiso frente a las necesidades del alumno. La finalidad de la enseñanza no es sólo instruir, sino también ayudar a interpretar el presente. En este aspecto, el docente debe actuar como testimonio, como un punto de referencia con su propia experiencia y con la de otros, es decir, con la memoria histórica. Esto permitirá el análisis del presente y la construcción del futuro. La educación en valores no debe suponer un incremento de los contenidos curriculares sino, mas bien, una reorientación de los contenidos ya impartidos.ES