Factores de reproducción social en sistemas rurales: trabajo, producción de productores y pecado en aldeas campesinas

Aunque un sistema rural pueda definirse por el cultivo que aparece como dominante, ya sea porque proporciona el sustento o el dinero, ya sea porque ocupa la mayor parte del tiempo de trabajo y, por ende, de creación de sociedad y cultura, coexisten con él otras actividades productivas que lo complementan. En el caso de las aldeas que he estudiado en Chile y en Portugal, productoras de uvas y de vino, o en las aldeas productoras de leche que estudié en Galicia, el maíz, las patatas, las aceitunas, las hortalizas, los animales, los bosques, conforman el contexto más amplio dentro del cual se desarrolla el trabajo principal. La producción de tecnología y la renovación de instrumentos también son parte del proceso de trabajo. Cualquier proceso productivo, en las aldeas campesinas que hoy subsisten, debe ser entendido en este contexto. En consecuencia, el trabajo de la viña forma parte de todo un conjunto heterogéneo de actividades, que son las que definen la relación de los productores con ella. No obstante, tanto el conjunto como su especificidad se dan dentro de coyunturas históricas de rentabilidad a las que se vinculan los distintos conceptos de propiedad desarrollados en la historia, así como sus correspondientes formas contractuales, que fijarán las dimensiones que tendrá la explotación. El producto principal de una explotación (el que da más ganancia al trabajador directo y más renta al propietario) está muy bien controlado por el receptor de la renta, por una parte, y por las técnicas disponibles, por otra.