La empresa cooperativa

The current so-called social economy has a significant importance in many advanced economies, others are Cooperatives. Institutions that add to its own objectives to meet the purposes of social character, other than the simple profit maximization pursuing commercial or commercial companies to use.Within this institutional diversity are cooperatives of different nature which have greater economic weight and especially social for its historical roots. True, they have also suffered the rigors of the crisis, but no more than the rest of the enterprise system; and in any case, responses to the crisis have also prevailed these differentials social objectives, with relatively minor reductions in employment and distribution of adjustment costs less skewed than in conventional companies.The social economy, which is what characterizes cooperatives, emphasizes solidarity than in conventional companies has a different value; perhaps also because much greater extent tune with the trend in the forms of "collaborative economy" emerging from the hand of the spread of information technology and communication. There are cooperative companies with more tradition than many competing companies. Lower wage dispersion and employee participation in decision-making are the features that characterize such enterprises in the social economyIt should grant greater prominence to such institutions. Our authorities would do well to take advantage of the established tradition in our country and care for the successful survival of this sector, not so much protecting them against competition, but stimulating efficiency and avoiding penalties, particularly of a fiscal nature. Capitalism needs of various species, and cooperatives, can improve the performance of all corporate fauna, with greater degrees of identification with the economic system and own generation of prosperity.La actual denominada economía social dispone de una importancia significativa en muchas economías avanzadas, entre otras, se encuentran las Cooperativas: Instituciones que añaden a sus objetivos propios las de satisfacer propósitos de carácter social, distintos a la simple maximización del beneficio que persiguen las sociedades comerciales o mercantiles al uso.Dentro de esa diversidad institucional, son las cooperativas de distinta naturaleza las que disponen de un mayor peso económico y sobre todo social por su raigambre histórica. Es cierto que también han sufrido los rigores de la crisis, pero no más que el resto del sistema empresarial; y, en todo caso, en las respuestas a la crisis también han prevalecido esos objetivos sociales diferenciales, con reducciones de empleo relativamente menores y con una distribución de los costos del ajuste menos asimétrica que en las empresas convencionales.La economía social, que es lo que caracteriza a las cooperativas, pone énfasis en la solidaridad que en las empresas convencionales tiene un valor distinto; quizás también porque sintonizan en mucha mayor medida con esa tendencia en las formas de "economía colaborativa" que están emergiendo de la mano de la extensión de las tecnologías de la información y de la comunicaciónExisten empresas cooperativas que disponen de una mayor tradición que muchas empresas competidoras. Menor dispersión salarial y participación de los empleados en la toma de decisiones son los rasgos que caracterizan a ese tipo de empresas de la economía social.Convendría concederle mayor protagonismo a ese tipo de instituciones. Nuestras autoridades harían bien en aprovechar la tradición asentada en nuestro país y cuidar la supervivencia exitosa de este sector, no tanto protegiéndolos frente a la competencia, sino estimulando su eficiencia y evitando penalizaciones, en particular de naturaleza fiscal. El capitalismo necesita de especies diversas, y las cooperativas, pueden mejorar el comportamiento del conjunto de la fauna empresarial, con mayores grados de identificación con el propio sistema económico y la generación de prosperidad